Sifan Hassan escribe el primer capítulo del 'reto Zatopek'

Sifan Hassan. EFE/EPA/FRANCK ROBICHON

París, 2 ago (EFE).- La neerlandesa Sifan Hassan comenzó sin aparentes problemas, de forma plácida, en un abarrotado estadio de Saint-Denis, su anunciado reto de conseguir los títulos olímpicos de 5.000, 10.000 y maratón, hazaña que logró hace 72 el mítico checo Emil Zatopek. y que trata de reeditar en París 2024.

París, 2 ago (EFE).- La neerlandesa Sifan Hassan comenzó sin aparentes problemas, de forma plácida, en un abarrotado estadio de Saint-Denis, su anunciado reto de conseguir los títulos olímpicos de 5.000, 10.000 y maratón, hazaña que logró hace 72 el mítico checo Emil Zatopek. y que trata de reeditar en París 2024.

La atleta de origen etíope, de 31 años, atesora un palmarés ya de por sí extraordinario, con los títulos olímpicos en Tokio de 5.000 y 10.000 y el bronce en 1.500 metros. Ahora ha subido la apuesta de forma exponencial, dispuesta a encumbrarse también por las calles de la capital francesa.

Añade a su gloria olímpica dos oros, una plata y tres bronces mundialistas, así como dos oros y dos platas continentales. Ambiciosa como nadie, tendrá que afrontar con este nuevo desafío, descomunal, un tremendo desgaste físico, al que se añade la necesidad de una recuperación rápida, por cuanto tras la final de 10.000, el viernes, 9, debe afrontar el domingo 11 el maratón a las 8.00 de la mañana.

Por el momento ha escrito su primer capítulo del reto en la semifinal de 5.000. Para ella casi un paseo. Dio esa impresión. Como siempre se manejó a cola del grupo. Tan solo aceleraba cuando el resto de las favoritas cortaban el paquete cabecero, minimizando esfuerzo. Aún así tuvo que esprintar porque pasaban ocho a la final y sobraban atletas.

Sin apuro alguno. Con su habitual velocidad terminal, Hasan se manejó a la perfección para meterse segunda en una carrera que bien podía haber sido una final olímpica o mundialista. A su lado estaban, entre otras grandes aspirantes, la etíope Gudaf Tsegay, plusmarquista mundial, y la keniana Faith Kipyegon, campeona mundial.

Ganó Kypiegon con 14:57.56 por delante de la neerlandesa (14:57.65). Tsegay también se apuntó a una final que promete mucho con un quinto puesto (14:57.84, su mejor marca de la temporada). Aún con una carrera con ciertos toques tácticos fue más rápida que la segunda manga en la que se impuso la también keniana Beatrice Chebet con 15:00.73 con la etíope Medina Eisa a su estela (15:00.82).

"La primera carrera siempre es muy nerviosa, pero te mete en competición", afirmó Hassan, quien insistió en que pensó: "'¿Por qué diablos me hago esto?’. Pero estoy entusiasmada por los Juegos Olímpicos. Es un gran desafío. Cuando estoy en la salida me pregunto que por qué, pero cuando estoy en casa quiero hacerlo. Es una cuestión de curiosidad". La próxima etapa del reto será el lunes en la final.

Los que no tendrán que esperar serán los estadounidenses Vernon Norwood, Shamier Little, Bryce Deadmon y Kaylyn Brown, quienes celebraron el primer récord del mundo de los Juegos Olímpicos, en el relevo mixto 4x400. Los norteamericanos pararon el crono en la primera semifinal en 3:07.1 y rebajaron el 3:08.80 que poseía también el equipo de las barras y estrellas desde los pasados Mundiales de Budapest 2023.

La primera medalla de oro en la pista estuvo acompañada con récord olímpico. El ugandés Joshua Cheptegei, plusmarquista y actual triple campeón mundial, frustró en los 10.000 metros nuevamente a la armada etíope con un ataque sostenido en la última vuelta para imponerse con 26:43.14 y borrar de lo más alto de la lista a todo un ilustre como Kenenisa Bekele, que en el Nido de Pekín fijó el tope de los Juegos en 27:01.17.

Los etíopes, Selemon Barega, defensor del título, Berihu Aregawi y Yomif Kejelcha, impusieron, casi a relevos, un ritmo infernal para tratar de minar la resistencia de sus enemigos. Nada pudo con Cheptegei, irrefrenable al paso por la campana para poner unos metros al que no pudo responder nadie que dejó a Etiopía tan solo el premio de la plata (26:43.44) y al valiente estadounidense Grant Fisher con el bronce (26:43.46).

Las reinas de la velocidad irrumpieron en la sesión matinal del estreno en el estadio de Saint Denis con la eliminatoria inicial. Como estaba previsto, ninguna de las grandes favoritas se quedó en la criba inicial. Fue un trámite sin más para ellas, que resolverán el título este sábado.

Ante la baja por una lesión en el tendón de Aquiles de la doble campeona olímpica en Río 2016 y Tokio 2020, la jamaicana Elaine Thompson-Herah, se avecina un duelo entre su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce y la estadounidense Sha'Carri Richardson.

Frayser-Pryce, con ocho medallas olímpicas y dieciséis mundiales en el bolsillo, espera a sus 37 años recuperar el trono que ocupó en Pekín 2008 y Londres 2012. En este estreno fue segunda en el cómputo global con 10.92, tan solo superada por la marfileña Marie-Josee Ta Lou Smith con 10.87.

Antes, en la primera carrera, logró el pase por la vía rápida (10.94) la estadounidense Sha'Carri Richardson, que, a sus 24 años, se presenta con más bagaje y madurez tras quedarse sin competir en Tokio por fumar marihuana. Entre medias dejó claro su potencial al ganar el oro mundial del hectómetro los 100 y los 4x100 en Budapest 2023.

El canadiense Ethan Katzberg, vigente campeón mundial de martillo en la capital húngara, lanzó un aviso a sus rivales. Fue el que lanzó el artefacto más lejos con 79,93 metros. Lejos quedó el segundo, su compatriota Rowan Hamilton (77,78), y mucho más el defensor del título olímpico, el polaco Wojciech Nowicki, que tan solo pudo ser décimo con 76,62, 24 centímetros menos que su compatriota Pawel Fajdek, bronce en Tokio y quíntuple oro universal.

'Modesto', con un solo intento aunque lejos de sus mejores prestaciones, fue el pase a la final del plusmarquista mundial de peso, el estadounidense Ran Crouser con 23,56 metros. Un tiro de 21,49 le permitió progresar sin importarle que el italiano Leonardo Fabbri, el checo Tomas Stanek y su compatriota Payton Otterdahl le superaran con 21,76, 21,61 y 21,52, respectivamente.

Crouser defenderá este sábado su título olímpico, en tanto que su compatriota Valarie Allman hará lo propio en el lanzamiento de disco tras ser la mejor de la clasificación con 69,59, casi cuatro metros mejor que la segunda, la croata Sandra Elkasevic (65.63).

La ucraniana Yaroslava Mahuchikh, cuyo récord mundial de altura con 2,10 aún está más que reciente (no se ha cumplido ni un mes), dio el primer paso hacia el oro olímpico que en los anteriores Juegos se le resistió. Salio con el bronce de Tokio. Todo lo que no sea una victoria suya sería una sorpresa monumental.

De momento, se conformó con saltar 1,95 camino de la final para completar el doblete Juegos-Mundiales. Le acompañarán otras doce atletas, entre ellas las australianas Eleanor Patterson y Nicola Olyslagers, que la escoltaron en el podio de Budapest.

También dio comienzo la búsqueda del relevo de la gran zarina del triple salto, la venezolana Yulimar Rojas, plusmarquista mundial a la que apartó de estos Juegos, al menos en el apartado competitivo -sí que está en París- una lesión en el tendón de Aquiles de su pierna izquierda.

La cubana Leyanis Pérez, bronce mundialista, se marchó en la calificación hasta los 14,68 metros, y a la española Ana Peleteiro, tercera en Tokio y campeona de Europa este año en Roma, le bastó un salto de 14,36 (se pedía 14,35) y el quinto puesto de la previa para estar en la final de este sábado. Vaticina la también pupila de Iván Pedroso que habrá que saltar 15 metros.

Entre medias de ambas se instalaron la jamaicana Shanieka Ricketts con 14,47, la estadounidense Jasmine Moore con 14,43 y la cubana Liadagmis Povea con 14,39, pero es que el ramillete de aspirantes es muy amplio, incluida la líder mundial del año, única que ha superado dicha distancia (15,01), Thea Lafond, que pasó con 15,35.

José Antonio Pascual