Alberto Ginés, de la pérdida del trono olímpico a la esperanza de Los Ángeles

París, 11 ago (EFE).- La escalada es un deporte joven y en plena mutación. Si hace tres años en Tokio Alberto Ginés dio la sorpresa al convertirse en el primer campeón olímpico de esa disciplina, el español no estuvo en condiciones de defender su trono en París, pero mira ya con ambición a Los Ángeles.

El escalador español Alberto Ginés se resbala y cae mientras compite en la final masculina de escalada en la categoría de dificultad de los Juegos Olímpicos de París 2024. EFE/ Lavandeira Jr.
El escalador español Alberto Ginés se resbala y cae mientras compite en la final masculina de escalada en la categoría de dificultad de los Juegos Olímpicos de París 2024. EFE/ Lavandeira Jr.

París, 11 ago (EFE).- La escalada es un deporte joven y en plena mutación. Si hace tres años en Tokio Alberto Ginés dio la sorpresa al convertirse en el primer campeón olímpico de esa disciplina, el español no estuvo en condiciones de defender su trono en París, pero mira ya con ambición a Los Ángeles.

A sus 21 años, Ginés se marcha de la capital francesa con una doble conclusión: por un lado, hay una joven generación, liderada por el japonés Sorato Anraky y el nuevo campeón olímpico, el británico Toby Roberts, que vienen pegando fuerte; pero, por otro, el extremeño sigue siendo uno de los mejores del mundo en la especialidad de dificultad, que en cuatro años será una disciplina independiente.

"A los que me han ganado, en esa prueba les he dado para el pelo", advirtió Ginés, consciente de que no llegaba a la defensa de su oro en las mejores condiciones, pero que no ha dicho su última palabra en este deporte.

Cuando se convirtió en el primer campeón olímpico, la prueba combinaba las tres especialidades, velocidad, bloques y dificultad. En París, la velocidad ya se ha desgajado y en Los Ángeles se otorgarán tres medallas independientes.

Los Juegos de París sirvieron también para ver la que posiblemente sea la última competición de la leyenda checa Adam Ondra, que a sus 31 años sucumbió ante la joven generación ascendente, liderada por Roberts y Anraku.

El británico sorprendió al japonés, campeón del mundo y máximo favorito, gracias a su regularidad, mientras que el nipón falló en la prueba de dificultad, su punto más débil.

En la prueba de velocidad, otra disciplina en plena mutación, el indonesio Veddriq Leonardo se convirtió en el primer campeón olímpico, tras haber ganado el campeonato del mundo, pero el estadounidense Sam Watson batió su propio récord mundial en el combate por el bronce.

La escalada vive un momento de gran especialización y los récords están cayendo de forma bastante constante en la disciplina de velocidad.

La plata se la llevó el chino Peng Wu, campeón de Asia.

Menos sorpresas hubo en la disciplina femenina, dominada con puño de hierro por la polaca Aleksandra Miroslaw, que además estableció un nuevo récord del mundo y olímpico.

La española Leslie Romero logró clasificarse para la final, una actuación muy meritoria, que le hace albergar esperanzas para mejorar de cara al futuro, con la vista puesta en Los Ángeles.

Se topó de salida contra Miroslaw, la escaladora que admira y que considera su "Messi", y no pudo rivalizar con la potencia de la polaca.

Tampoco hubo sorpresas en la prueba combinada femenina, en la que la número uno del mundo, la eslovena Janja Garnbret, de 27 años, se impuso en la final por delante de la estadounidense Brooke Raboutou, que conquistó la plata tras el broce de Tokio, y la austriaca Jessica Pilz, subcampeona del mundo.

Luis Miguel Pascual